La Oficina del futuro

En pocas palabras

En un mundo que ya era cambiante, los últimos acontecimientos nos han trasladado a un escenario insólito y sin precedentes. El equilibrio entre la vida personal y laboral, la flexibilidad en todos sus términos y la preocupación por el bienestar son condiciones que han pasado a ser prioritarias en la nueva realidad que vivimos. El papel de las oficinas tal y como las conocíamos está siendo cuestionado. Pero no podemos olvidar que se trata de un elemento fundamental de nuestra idiosincrasia; pues genera sentimiento de comunidad, fomenta el trabajo en equipo, incentiva la productividad, transmite la cultura empresarial y atrae el talento. La oficina sigue siendo un pilar irremplazable, pero ahora debe ser capaz de adaptarse a unos usuarios que tienen cada vez más fácil trabajar cómo, cuándo y – sobre todo – dónde quieren. Desde CBRE queremos ayudar a marcar este camino, estableciendo un catálogo de espacios clave para la oficina del futuro, así como el uso de estos por parte de los distintos tipos de usuarios.

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Espacios CBRE

El alma del edificio...

En el mercado de oficinas actual son necesarias estrategias creativas y nuevos conceptos que atraigan a los clientes: solo aquellos que reinventen con éxito su oferta pueden sobrevivir frente a las amenazas y desafíos de la nueva economía. Definir (y mantener) una estrategia basada en la diferenciación y posicionamiento de los edificios como puntos de atracción, es clave para crear una marca reconocible para el cliente. Cada vez más, el valor de un edificio se mide en función de la experiencia que sea capaz de provocar en quienes lo visiten. Para ello los espacios son indispensables. Pero lo realmente importante es la capacidad de generar un hilo conductor entre ellos; una personalidad reconocible. Un alma.

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...y sus ocupantes

En el pasado las empresas no tenían opciones más allá de los espacios de oficina. Pero las reglas del juego han cambiado y, en un mundo cada vez más tecnológico, ir a la oficina es solo una de las muchas alternativas. El desafío es grande, el foco ya no está en qué producto se ofrece, sino en quién y en cómo lo utiliza. Ser una alternativa atractiva pasa por asumir que ya no son los usuarios los que se adaptan a las oficinas. Es esta la que tiene que adaptarse y dar respuesta a sus necesidades y deseos.

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El edificio tradicional vs el del futuro

El edificio de oficinas nunca volverá a ser como antes. Es necesario evolucionar hacia un concepto mucho abierto, seguro y colaborativo, que prioriza la sostenibilidad y el bienestar a todos los niveles. La experiencia en la oficina hasta ahora era analógica. Es importante que este nuevo concepto de espacio de oficina priorice el uso de la tecnología. Es esta la que permite combinar la oficina tradicional con todo lo que – aunque sigue siendo trabajo– no es la oficina en sí misma: el concepto phygital. Cada uno de los espacios del edificio debe ofrecer a sus usuarios experiencias a medida: amplia gama de servicios, áreas flexibles y generación de comunidad. Una variedad y mezcla de usos inimaginable hasta ahora. En los casos de espacios que ya existían, la innovación no estará en lo que se ofrece, sino en la forma en la que se ofrece. La fusión de todos estos elementos determinará el marco conceptual que el edificio ocupará en el mercado, a partir del cual se desarrollará toda la estrategia de identidad corporativa.